Nos acostumbramos a enfrentarnos a distintos desafíos de la misma manera, con patrones fijos, creando una rigidez mental y física. Creo que lo peor que nos puede ocurrir es la inflexibilidad y el carácter se caracteriza por su rigidez.
Tomo una frase de B. Hilton “Lo que hay que restituir es el derecho de los sentimientos que no pudieron ser sentidos ni expresados en su momento. Se trata de abrir la historia congelada”.
Todo síntoma busca expresar lo que ha quedado bloqueado. Es un fotograma que repetimos y repetimos con la esperanza de ser atendido o escuchado. ¿Salir del fotograma y desarrollar nuestra película, será nuestra finalidad?
Puede que una estrategia ante un estresor sea inmovilizarnos, creando una estasis energética. Estamos paralizados por el miedo. Vagotonía.
También podemos usar la lucha como estrategia y como defensa. Mantenernos en un estado de furia constante, dispuestos para la batalla, y vigilantes ante las amenazas. Simpaticotonía.
Otra manera será huir, escapar de la situación conflictiva porque la ansiedad nos desborda. No tenemos la energía suficiente para relacionarnos con el conflicto y solucionarlo. Por lo tanto, el miedo a la propia intimidad y a la intimidad con los otros, a la relación, nos sigue dominando.
La enfermedad es una estrategia suplementaria de supervivencia ante una situación de estrés cuando las estrategias cognitivas (huida, ataque, parálisis, manipulación) no han sido suficientes o no se han puesto en marcha, por lo tanto, el Sistema Inmune está en continua actividad. Con las consecuencias físicas, emocionales y relacionales de no dar descanso a nuestro Sistema Inmune.