El estrés, la ansiedad, la tristeza, la excitación, el enfado, el miedo, las separaciones, la soledad, los traumas, son factores de riesgo para el desarrollo de patologías tan serias como el Síndrome de Intestino Irritable.
La tensión nos provoca ‘un nudo en el estómago’, o también ‘un vacío’ ante la frustración y la pena.
La ansiedad, el estrés y la neurosis pueden alterar y perjudicar durante un tiempo prolongado la producción de ácido clorhídrico del estómago, la defensa, la microflora y los procesos enzimáticos digestivos, y eso sin que se produzcan grandes cambios anatómicos, pero con las sensaciones desagradables de dolor y malestar, hasta que un día el sistema no puede compensar y resistir a la “agresión” y desarrolla una lesión en sus tejidos.
Es entonces cuando somatizamos, tenemos una alteración física con causa emocional.
La Dra. Irina Matveikova, nos recomienda lo siguiente: desinflamar y regenerar las mucosas digestivas, equilibrar la microflora intestinal con altas dosis de probioticos y excluir todos aquellos alimentos que provocan intolerancia, crear una dieta personalizada y trabajarse en psicoterapia.
Si en un primer momento cambiamos la dieta, pero no cambiamos nuestra psique y emociones, después de un corto tiempo volveremos a repetir nuestras dolencias.
El sistema nervioso enterico, el sistema digestivo es conocido como el segundo cerebro. Es en realidad una unidad anatómica única que abarca desde el esófago hasta el ano.
Es importante que sepamos que en él se encuentran los mismos neurotransmisores que en el cerebro y que en sus mucosas se produce el 90% de la serotonina y el 5% de la dopamina del cuerpo, así como diferentes opiáceos que modulan el dolor.
Además, sintetiza benzodiazepinas, compuestos químicos que tienen el mismo efecto tranquilizante que el Valium.
No es pues de extrañar que estudios recientes demuestren que muchos estados de irritación, emociones descontroladas, ansiedad, depresión, hiperactividad, anhedonia y otras anomalías de la conducta emocional estén más relacionadas con la salud intestinal que con desequilibrios en los neurotransmisores cerebrales.
Este cerebro abdominal tendría así 2 misiones fundamentales:
Supervisar todo el proceso de la digestión, desde los movimientos peristálticos, la secreción de jugos digestivos para digerir los alimentos, la absorción y transporte de nutrientes y la eliminación de los productos de desecho. A nivel psicológico también tendríamos la asimilación y digestión de las emociones y la expulsión de aquello que no podemos digerir emocionalmente.
Una de las alteraciones que se producen como consecuencia de conflictos emocionales es el síndrome de intestino irritable.
El síndrome de Intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal recurrente, de etiología desconocida, caracterizado por dolor o malestar abdominal asociados con alteraciones de la defecación y frecuentemente distensión abdominal(vientre hinchado).
El dolor abdominal mejora al defecar. Los cambios en el hábito defecatorio pueden consistir en diarrea, estreñimiento Estos síntomas pueden presentarse de forma continua o discontinua pero siempre tienen un curso prolongado.
Toda alteración del intestino supone una alteración de la serotonina, y la aparición de depresión, desanimo, falta de energía, apatía, etc.
Pongamos atención a los alimentos aconsejables y desaconsejabas para el intestino irritable.
El tratamiento más adecuado seria evitar algunos alimentos que se definen como FODMAP
Las iniciales FODMAP corresponden a su significado en inglés: Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols, lo que se traduce al castellano como oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Todos estos productos pertenecen al grupo de los hidratos de carbono sencillos o de cadena corta, y se caracterizan por no ser digeridos totalmente en el intestino. Debido a ello avanzan por el mismo hasta la zona del colon, donde se encuentra la probiota intestinal. Todo el maremágnum de microorganismos del colon se alimenta de estas sustancias por medio de reacciones de fermentación, lo que origina gases, que provocan distensión abdominal, meteorismo, etcétera.
Las personas que padecen colon irritable poseen cierta intolerancia a estas sustancias presentes en muchos alimentos de consumo habitual. Por ello, los principios de la dieta FODMAP, que todavía están siendo estudiados, postulan que, si se eliminan de la alimentación diaria estos productos, la sintomatología del síndrome del intestino irritable podría llegar a desaparecer.
Algunos alimentos desaconsejables son:
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- Fructosa (edulcorantes, concentrado de frutas, zumos, miel, sirope de maíz)
- Lactosa (leche, quesos)
- Fructanos ( Cereales, trigo y centeno en grandes cantidades)
- Galactanos, legumbres ( alubias, garbanzos y lentejas)
También os adjunto el link de un articulo de la Revista Española de Enfermedades Digestivas, para que conozcas la importancia para restablecer la flora de los prebioticos, probioticos y simbióticos.
Y un enlace en youtube donde os explica como realizar de manera casera probioticos.
Pero no olvidemos que nuestra nutrición no es solo física, también es emocional, por lo tanto la estrategia que propongo tiene varias ramas:
1-Cuidar la nutrición emocional. Procurar buenas emociones.
Cómo digiero las emociones que experimento?
Expulso lo que no me conviene o lo retengo?
Resuelvo o retengo?
2-Cual es mi nutrición física?
Hidratos de carbono
Proteinas
Grasas
3-Qué ejercicio físico hago diariamente o semanalmente?
Para los más perezosos/as, recordarles que sería conveniente por lo menos tres veces a la semana o 30 minutos diarios.
Revista Española de Enfermedades Digestivas
versión impresa ISSN 1130-0108
Rev. esp. enferm. dig. v.99 n.11 Madrid nov. 2004
A.S. Peña
Un comentario en «Las emociones alteran las funciones digestivas»
Gracias infinitas describieron exactamente lo que sentía y me dieron la respuesta de lo que buscaba (qué alimentos ni comer) sin medicamentos
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