Homeostasis y alostasis

Lo que siempre deseamos es sentirnos bien, tener energía, ser felices, estar tranquilos.

En nuestra vida cotidiana no podemos mantener un equilibrio (homeostasis) constante, hay circunstancias que rompen nuestra tranquilidad. Para mantener la salud tenemos que intentar recuperar la sensación de bienestar, ser capaces de circular entre el equilibrio y desequilibrio (homeostasis y alostasis).

Necesitamos un cierto estrés (llamado estrés bueno, eustrés), esta tensión es la que nos permite movernos, hacer planes, proyectos, etc. El problema es cuando el estrés es continuado (llamado estrés malo, distrés), seguimos en tensión constante hasta que el cuerpo se colapsa física y mentalmente, es entonces cuando llegamos a la enfermedad.

Algunos de los factores que contribuyen a la enfermedad:

A nivel físico:

Aumento de acido linólico
Carencia de DHA,EPA, y AA
Saponinas y lectinas
Micotóxicas
Xenotoxicas
Deficiencia de micronutrientes
Carga glicemica alta
NSAID
Alcohol
Nicotina

A nivel psíquico

Estrés en los primeros años de la vida.

Es fundamental para nuestra vida crear vínculos basados en la seguridad, en la confianza, en los primeros años de la vida es necesario para sobrevivir. Es el momento en el que fundamentamos nuestra personalidad.
Dependiendo como sean nuestros cuidados y nuestros cuidadores, desarrollaremos vínculos seguros o inseguros.

Vivir en una situación de estrés continuado, donde los progenitores, los cuales deberían dar apoyo y seguridad, ofrecen inseguridad, temor, angustia, convierten la vida del niño o de la niña en una tortura, sin conocimiento del fin.
Convirtiendo el estrés en un estrés crónico. Una de las consecuencias para muchos de los niños y niñas es el aislamiento. La agresión, la inadaptación y el rechazo social.
Todos los elementos anteriores son estrenaste tanto físicos como psíquicos.
Nuestra finalidad es rebajarlos y en el mejor de los casos hacerlos desaparecer de nuestra vida cotidiana.