elena guerrero madre

Curso de Formación Básica. 2017

Hace mucho tiempo que emprendí mi aventura con la psicología, cuarenta años, para ser exactos, y se lo debo a mi madre, quien a raiz de un imprevisto, hizo que encaminara mis pasos hacia esta apasionante profesión.

Cuando empecé en la Universidad de Murcia, mi intención fué hacer solo el primer curso, ya que era un trámite para seguir con una de mis dos vocaciones, la cinematografía y la medicina. Sin embargo, me resultó tan fascinante la materia que decidí continuar, pero desde otra visión menos ortodoxa.

Me traslade para seguir estudiando a Valencia, y visitando a un familiar vi en su estantería un libro que me llamo la atención, “El cuerpo tiene sus razones” de Therese Bertherat y Carol Bernstein, le dije que me lo prestara, y comencé a leerlo en el viaje de vuelta a casa por vacaciones.
Recuerdo que estaba en el autocar que me llevaba al pueblo, y a medida que iba leyéndolo sentía como me emocionaba y como las lágrimas caían por mis mejillas. Estaba absolutamente sorprendida no solo por lo que estaba leyendo, sino tambien por mi reacción. Me sentía totalmente emocionada, no estaba triste aunque lloraba. Descubrir que mis sensaciones y pensamientos no eran raros, y que alguien estaba explicando mis propias ideas y sentimientos, me llenó de alegría. Acababa de encontrar cual sería mi trayectoria en psicología: «el cuerpo», entendido como una unidad funcional, como una estructura dinámica dónde las emociones, sentimientos, pensamientos, relaciones, reacciones físicas y químicas, forman parte de un todo. No somos piezas aisladas e independientes, somos una globalidad donde todo repercute en todo. Mis ganas de seguir explorando en este campo eran enormes, asi que, leí y practiqué todo lo que iba conociendo sobre terapia piscocorporal, descubríendo a W. Reich y a A. Lowen, cuyo trabajo me pareció tan interesante que me puse en contacto con el Instituto Español de Análisis Bioenergético, donde realicé mi primer aprendizaje.

Al poco tiempo de haber completado mis tres años de formación, establecí comunicación con la Asociación Madrileña de Análisis Bioenergético, la cual formaba parte del Institute International de Analysis Bioenergetic de Nueva York, donde estaba A. Lowen (creador del Análisis Bioenergético), por lo que, decidí seguir formándome con ellos, tanto a nivel teórico como vivencial, realizando mi propio proceso psicoterapéutico, centrado en el cuerpo, trabajando, a su vez, en dos ocasiones con Lowen.
Ya era Analista Bioenergética, pero, el camino no acababa aquí,fascinada por el trabajo psicocorporal seguí explorando y avanzando en esta dirección.

Pero, ¿en que consiste mi trabajo?

De entrada, aunque hay muchos conceptos a tener en cuenta tales como: energía, carácter, coraza muscular, memoria muscular, resistencias etc., solo daré algunas pinceladas sobre la energía y el carácter.
A. Lowen define la energía como: “aquello cuya presencia o ausencia determina la ausencia o presencia de vida». Aunque también podríamos decir que la energía es el ATP que se produce en las mitocondrias, situadas en todas las células de nuestro cuerpo. En realidad estamos diciendo lo mismo, si no hay ATP no hay vida.
Por esta razón Reich y Lowen trabajaron desde la energía, en sus aspectos, tanto cualitativos como cuantitativos (cantidad de energía). Cuando estamos deprimidos, sin ilusión, sin proyectos, perezosos no tenemos energía y por el contrario una persona saludable está llena de vida (energía).

Nuestras vías de carga son la alimentación (micronutrientes) y la respiración.Todos los nutrientes que tomamos son tranformados en ATP para que luego la célula pueda realizar la respiración celular y así conseguir energía. La descarga se realiza con el movimiento, con la expresión tanto verbal como corporal. Lo saludable es tener un equilibrio entre la carga y la descarga energética.

En nuestra vida cotidiana estamos expuestos constantemente a situaciones que varían nuestra homeostasis (equilibrio entre los sistemas) y nos llevan a estados estresados. Si el estrés es puntual no hay ningún problema porque al poco tiempo volvemos a nuestro equilibrio. Sin embargo; si permanecemos en un estado de estrés continuado, -aunque nos acostumbremos a ello y nos parezca normal-, nuestro organismo va poco a poco perdiendo energía.

Es como un veneno lento pero seguro, que nos perturba, y mina nuestra vitalidad; dejándonos, por tanto, sin la fuerza, ni la claridad suficiente para resolver nuestros conflictos de pareja, de trabajo o con nosotras/os mismas/os. Nos sentimos más perezosos/as, cambiamos nuestra manera de comer, ingerimos grandes cantidades de comida basura que altera nuestra bioquímica y nos sentimos inflados y engordamos. Altera nuestro descanso, dormimos mal y poco, con lo cual no podemos ni descansar ni reparar nuestros tejidos. Como consecuencia al día siguiente estamos más nerviosos/as mas cansados/as y creamos un circulo vicioso de donde es difícil salir.

En cuanto al carácter.

En muchos momentos no podemos resolver lo que nos perturba y es entonces cuando tenemos que crear una manera de sobrevivir, creamos una coraza,(una manera sistemática y repetitiva de defendernos y resolver cualquier tema de la misma manera, y de donde no podemos salir). Aquel abrigo que en invierno nos ayudo a sentirnos bien nos ahoga cuando llega el verano. Nuestra coraza que en principio es una ayuda, nos calma la angustia y nos da argumentos para estar mas tranquilos, a lo largo del tiempo se convierte en una cárcel.

Estamos atrapados. Nos desconectamos de nosotros mismos porque no estamos ni educados ni acostumbrados a escuchar nuestro cuerpo. Nos asusta sentirnos, ser conscientes de nuestra vida. Estamos más familiarizados con las hipotecas y con la angustia que generan, pero esto es “normal”. Gran palabra que parece que lo resuelve todo “Normal”.

Pero en verdad, tenemos la capacidad de estar con nosotros, de resolver nuestra vida y decidir lo que queremos, pero para esto no hay que dejarse engañar. Y el primer engaño es alejarnos de nuestra verdadera identidad, de quienes somos y como somos. Nos encanta gustar a los demás, sentirnos queridos mirados con cariño y aceptación, y para ello es fundamental ser leales a nosotros mismos, a nuestra propia identidad.

Elena GuerreroElena Guerrero
Psicóloga Clínica
CV00692
Presidenta de AMAB (Asociación Mediterránea, de Análisis Bioenergético)
Telf: 654746526-963742374
Web: www.elenaguerrerolabrador.com

PROGRAMA DE LA 8º EDICIÓN DEL CURSO BÁSICO: FORMACIÓN Y DESARROLLO PERSONAL EN
ANÁLISIS BIOENERGÉTICO -> 8º edición curso basico